martes, 14 de junio de 2011

PORQUÉ DEBE VOLVERSE A LA CELEBRACIÓN DE LA MISA TRADICIONAL. Parte I


El Porqué debe volverse a la Celebración de la Misa Tradicional en Latín.
Parte I

Los móviles y antecedentes de la Infiltración.

Los móviles del Plan de Infiltración a la Iglesia Católica saltan a la vista y son perceptibles por los fieles bien informados y cultos en su Fe. Todo mundo sabe que los comunistas siempre han querido acallar la Voz de la verdadera Iglesia de Cristo, pues su papel profético la llevó siempre a denunciar los errores y los horrores no solo del comunismo, sino de toda doctrina política y los de las falsas religiones.

El carácter profético de la Iglesia nos obliga también a denunciar los peligros en que pueden verse envueltos los hombres al ingresar a las sectas impías como la masonería y el illuminatismo entre otras. Debe tenerse muy claro, que la Iglesia no solo la constituyen los clérigos, sino que está constituida también por todos sus fieles. La palabra “iglesia” proviene del griego “ekklesia”, que significa “comunidad”; y esa comunidad la integramos todos, los fieles y los clérigos; y a todos incumbe el deber de vigilar lo que sucede en ella, y cuidándola, denunciar los errores y los ataques inducidos por sus verdaderos enemigos. A esta defensa y cuidado nos llama nuestro carácter de soldados, adquirido en el Sacramento de la Confirmación, para tener valor y carácter para defenderla y luchar por ella.

La Iglesia también debe ser luz para la humanidad cuando advierte las manipulaciones infernales en el campo de la Ciencia, como la manipulación genética, tal como lo hizo siempre el Santo Padre Juan Pablo II. 

Esta bendita institución que Jesús fundó sobre Pedro, debe entonces, estar siempre alerta y avisar a los hijos de Dios, en todo el Planeta, lo que persiguen ciertos grupos religiosos pero anticatólicos a la vez, para manipular la Economía. Debe, también, estar siempre alerta y denunciar errores y las mentiras inducidas en el campo del Derecho, como lo que sucede con el desencadenamiento de la distorsión y destrucción de la Axiología, es decir, la Ciencia que estudia los Valores. La axiología del Derecho debe vigilar que las normas jurídicas o leyes, tutelen un valor; hoy, tristemente vemos como muchas leyes tutelan anti-valores, como es el caso primiogeniondel Derecho a la Vida, del Derecho a la Existencia, pues desmoronado este valor y puesto su antítesis como valor en la ley, como es el caso del aborto, nos ubica en la catarata que arrojará a los demás valores sustituyéndolos por antivalores en las leyes que rigen nuestro tiempo.

Eh aquí el interés de las más perniciosas sectas como las de los “Hermanos de la Campana”; “Los 13 Linajes de Satanás”; “Los Testigos de Jehová”; “Skull and Bones” –La Calavera y los Huesos-; y “Los Soberanos Invisibles”, que se caracterizan por sus prácticas abominables, cultos infernales, asociación a poderes demoniacos; y de la directa promoción e impulso de varias de estas sectas con su financiamiento y la dirección que ejercen sobre escuelas de brujería, satanismo y de diferentes prácticas ocultistas.

• El Plan Mayor del Infierno, abarca el de demolición de la Iglesia.
En el fondo de todo, esto se delinea perfectamente un Plan Mayor, el del Infierno. Quieren destruir a la Humanidad y someterla bajo el poder del anticristo Maitreya. Para lograrlo, como parte del Plan Mayor se encuentra otro, muy específico, que comprende acciones concretas para lograr su propósito. Este plan, tiene como finalidad detener a la Iglesia y demolerla. Era preciso a toda costa infiltrarla y llegar hasta la cúpula de su gobierno universal, llegar hasta los más altos reinos de la jerarquía vaticana, y apoderarse del mando y de sus tesoros espirituales, para lograrlo en este campo había que convocar un Concilio, el del Vaticano II, convenciendo al Papa Juan XXIII que llegaba al Pontificado, y entonces ya podrían manipular muchas cosas, a los fieles y sus normas, su vida de fe y prácticas litúrgicas, podrían manipular sus principios y sus tesoros espirituales, carcomerlos, tergiversar su sentido, disminuir la vida de gracia de los fieles, apocar la Liturgia, cambiar el sentido e interpretación de las Sagradas Escrituras, modificar el pensamiento común de los fieles y convencerlos de que los cambios que querían introducir en la Iglesia, serían consecuencia de una necesidad de alcanzar un cambio positivo para todos. 

Pero ese cambio, tenía un maquillaje, era sólo el disfraz para ocultar los golpes y los daños que acarrearían tantas y tan graves consecuencias en la vida de la Fe, y que además, los fieles, al final, se confundirían, estarían divididos en diferentes y opuestos bandos de opiniones y en sus actuaciones; y hasta los mismos obispos y cardenales terminarían por dividirse y enfrentarse unos con otros, valiéndose del astuto pretexto de la “obediencia”. Han seguido el viejo principio maquiavélico de “divide y vencerás”.

Esto pensaban Carlos Marx y sus seguidores; así lo decidieron Lenin y Stalin, definiendo entonces un plan específico contra la Iglesia, mismo que pusieron en marcha y ha alcanzado muchos de sus propósitos, pues tristemente, la inmensa mayoría de los católicos no investiga, no lee, no razona, no ora y hasta puede decirse que asumen posturas de tibieza y falso celo por defender su fe, su Iglesia. 

Muchos de los fieles ni siquiera conocen o han leído las Sagradas Escrituras y por eso desconocen lo que está profetizado en estos Sagrados Libros. Desconocen lo que profetizó Daniel en los capítulos 7 y 8; ni lo que está profetizado en Mateo 24 ni en el libro de las Revelaciones o Apocalipsis.

Es imprescindible conocer todo este plan, todo lo que han hecho y seguirán haciendo, pero también, estar seguros que lo que hemos de hacer será en bien de la Iglesia de Cristo que resurgirá gloriosa, llena del Espíritu de Dios y con sus tesoros espirituales recuperados y acrecentados.

Estos son algunos de los antecedentes y razones para valorar adecuadamente la Tradición de la Iglesia, esta bendita y milenaria Tradición debe volver, y no los cambios introducidos con la “corriente modernista” que tanto daño han causado a la vida de la Iglesia y a sus fieles. 

En este espacio usted podrá conocer a detalle las acciones de ese plan maléfico contra la Iglesia, y también dispondrá de las noticas, la información, los documentos, los fundamentos y todo lo relativo a estos temas de gran importancia para el católico que se precie de serlo auténticamente, y debe movernos a todos, a actuar en consecuencia para la re-edificación de la Iglesia de Cristo, para su resurgimiento lleno de luz, de Gracia y de santidad. Y si llegase el caso de su división por estas razones, es decir, de ocurrir el cisma profetizado para estos tiempos, que dispongamos de la luz del Espíritu Santo para definirnos por la Iglesia que habrá de resurgir contra los planes, las acciones y las fuerzas del mal, pues las fuerzas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia de Cristo.

Nuestro carácter profético conferido por el Sacramento del Bautismo nos obliga a denunciar a tiempo y a destiempo todo ataque a la Iglesia y a nuestra fe que esté disfrazado de acciones progresistas y del modernismo.